Ha pasado a la historia con el apelativo de Nostradamus, pero su nombre real era Michel de Nôtre-Dame. Nació en la localidad francesa de Saint-Rémy-de-Provence el 14 de diciembre de 1503, en el seno de una familia judía. Estudió Medicina en la Universidad de Montpellier y ya entonces sorprendió a sus compañeros al inventar una solución para la peste bubónica, una píldora de color rosa con alto contenido en vitamina C.
A lo largo de su vida, Nostradamus intercambió experiencias con otros doctores y curanderos que le ayudaron a desarrollar su interés por el ocultismo, en concreto por las profecías de hechos venideros. Nostradamus demostró tener una habilidad innata para predecir el futuro y publicó una serie de almanaques anuales tremendamente exactos que incluso llamaron la atención de la aristocracia. Valga como ejemplo que la reina Catalina de Médici le encargó un horóscopo a su medida.
La leyenda de Nostradamus se agigantó cuando fue capaz de predecir su propia muerte, ocurrida el 2 de julio de 1566, a causa de una enfermedad. También se dice que, cuando los revolucionarios franceses profanaron su tumba 200 años después, encontraron un medallón de oro con la fecha exacta en la que iba a producirse dicho saqueo.
Las profecías de Nostradamus han sido debatidas a lo largo de los siglos. Pero más allá de que sean ciertas o no, es indudable que este personaje de la Edad Moderna poseía un instinto especial para las ciencias ocultas y para desvelar el significado de los astros. De ahí que dejara como legado un horóscopo con la definición y características de cada signo del Zodíaco Occidental.
HORÓSCOPO CÁNCER SEGÚN NOSTRADAMUS
A pesar de que Nostradamus era una persona que rebosaba inteligencia y sabía detectar rápidamente la personalidad de quienes le hacían llegar sus consultas, había un signo en especial que le provocaba muchas dudas: Cáncer. El profeta llegó a definir al cuarto signo del Zodíaco como el más voluble de todos, el que abarca un mayor espectro de caracteres: puede ser tímido y aburrido o brillante y extrovertido.
Sin embargo, Nostradamus supo detectar ciertas coincidencias entre los sujetos cuyo signo regente era Cáncer. Por ejemplo: su gran pasión por las artes, en especial por la Literatura. Son auténticos devoradores de libros. Además, les encanta escuchar música. En la época de Nostradamus no había cine, pero si hiciéramos una encuesta, seguro que los Cáncer ocupan gran parte de las salas donde se proyectan películas.
Otra característica propia de los Cáncer es su excelente memoria. Pueden recordar detalles que a la mayoría de las personas les pasan desapercibidos o les resultan inútiles y los arrinconan al olvido. Un Cáncer jamás se olvidará de tu cumpleaños, del día en que os disteis el primer beso o de lo que cenasteis en vuestra primera cita. Bien es cierto que ser tan detallista puede provocar demasiada presión sobre terceras personas, que se sientan abrumadas ante tal demostración de memoria.
Una última característica que Nostradamus encontró en muchos Cáncer es la de que suelen tener aficiones extrañas. Vamos, lo que hoy en día definiríamos como un 'freak'. Pero no en un sentido peyorativo, al contrario; en el sentido de que son personas sensibles hacia las causas perdidas, lo cual es perfectamente legítimo.
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